APELOTONAMIENTO DE JUGADORES EN LAS FASES INICIALES

 


En las fases iniciales del entrenamiento deportivo en fútbol, uno de los problemas a los que nos enfrentamos es el apelotonamiento de todos los jugadores en un radio muy pequeño de distancia del balón, siendo todavía incapaces de mantener una posición estable dentro del campo. Todos los jugadores persiguen el balón o lo rondan.


Este problema se debe a la ausencia todavía de conceptos tácticos, pero también se debe a limitaciones técnicas que tienen que ver con el pase, y esta segunda causa de este problema no suele tenerse en cuenta, por eso me dispongo a desarrollarla.


Si la distancia del pase de un jugador benjamín no es todavía capaz de atravesar muchos metros de campo, es lógico pensar que ninguno de los jugadores se posicione a una distancia inaccesible


Si a esta edad todavía los jugadores son incapaces de hacer un cambio de dirección, es decir, pasar el balón de una banda a la contraria con un único pase, es lógico que ningún jugador se posicione a una distancia del poseedor del balón superior a su capacidad de distancia de pase. Esta incapacidad de trasladar el balón a distancias largas es la que también de manera lógica, mantiene a todos los jugadores alrededor del balón.




Jugadores alejados del balón:

El primer concepto de ordenamiento táctico que debemos introducir es el de separar a jugadores que cuando el balón está en zona ofensiva se mantienen en zona defensiva, y jugadores que cuando el balón está en zona defensiva, se mantienen en posiciones de ataque. Esto es, el defensa o los defensas que se quedan atrás a pesar de que el balón está en la portería contraria, y el atacante que se queda arriba, cercano a la portería contraria, a pesar de que el balón esté cercano a su propia portería.

Este primer concepto táctico, no viene tanto a desarrollar una idea de juego en equipo y asociación, por las limitaciones de las distancia de pase que hemos comentado, sino a generar cierto equilibrio en los esfuerzos físicos, para empezar a evitar que todos los jugadores corran por todo el campo.


EN DEFENSA DE LA CONDUCCIÓN:






       Voy a posicionarme completamente en contra de la estigmatización que se ha hecho de la conducción del balón. No tengo intención de negar los beneficios de establecer un sistema de pases en corto y rápido, a uno o dos toques, que nos permita ir progresando en el campo hasta alcanzar el objetivo de llegar a la portería contraria. 

Pero me gustaría dejar claro que 'pasar rápido no siempre es pasar bien' y no siempre nos 'conduce' a una situación mejor.

       Si nos encontramos en un enfrentamiento en igualdad numérica, debemos suponer que a cada jugador nuestro le corresponde una marca de un jugador rival. Por tanto si recibimos el balón y tenemos espacio para conducir el balón, esto implica que no habrá compañero disponible, es decir, libre de marca, para poder jugar el balón con él. 

       Desde este planteamiento teórico no podemos más que concluir, que pasar el balón a un compañero teniendo nosotros espacio por delante para conducir el balón, es trasladar el balón hacia una situación que nos supondrá un empeoramiento de la posesión.

      Me parece muy sano inculcar a los jugadores este matiz, en el que pasar el balón rápido es beneficioso ante una oposición
directa de un rival, ya que la decisión de intentar abordar o regatear o sobrepasar a nuestro oponente, siempre va a ser una decisión más peligrosa que pasar el balón a un compañero que esté libre de marca.



Pero si el jugador que recibe la pelota tiene espacios por delante, esto normalmente va a implicar que no tiene situación clara de pase, puesto que su libertad de marca conlleva en la mayoría de ocasiones, el marcaje de todos su compañeros.



Es por eso que abordo desde esta publicación la defensa de la conducción del balón, al menos hasta que recibamos una oposición que en principio no estuviéramos teniendo. Si recibimos el balón con espacios, y en lugar de aprovechar esos espacios y ocuparlos con el balón en los pies, decidimos pasar rápido a otro compañero, estaremos deshaciendo cualquier posibilidad de progresar en buenas condiciones.


Por tanto la máxima que proponemos aquí es la de "si se recibe la pelota con espacios por delante, ocupa esos espacios hasta recibir una oposición clara; Una vez se tenga la oposición clara de un rival, es cuando ya sí debemos buscar el pase al compañero que se estará quedando libre", en esa rotación de marcajes que estará llevando a cabo el equipo contrario.


El pase rápido y los problemas de autoestima en jugadores de fútbol base


A nivel de fútbol base, me gustaría avisar de una situación que en el uso del pase rápido como vicio, está recubriendo otro tipo de problemas del jugador que tienen que ver con la presión, la responsabilidad y la falta de autoestima.


El jugador acomplejado o con baja autoestima, tiende a sentirse de más en el juego, y cuando recibe el balón cree estar una situación de protagonismo que no le corresponde, con lo que acabará quitándose el balón de encima de la manera más rápida posible. Llegados ya a este punto, creo que he tumbado por completo la idealización del pase corto y rápido como recurso indudablemente beneficioso.


Al futbolista que se quita el balón de encima de cualquier manera, que cuando recibe no recibe un balón sino una patata caliente, es al que hay que especificarle con más énfasis que a ningún otro, esta explicación con respecto a los beneficios de la conducción. Y habrá que trabajar desde esta situación sus complejos o problemas de autoestima con respecto al resto de compañeros.


Tener el balón en los pies conlleva la responsabilidad de tomar decisiones, otro de los motivos por los cuales existen jugadores que no quieren tener el balón en los pies es este, la negación de querer tomar responsabilidades, que como he explicado antes, puede venir como consecuencia de problemas de autoestima y complejos de inferioridad con respecto a los demás compañeros; O puede venir simplemente como consecuencia de un estado de inmadurez, aunque paradójicamente en el otro extremo, tendremos a una inmadurez cargada de vanidad, que no suelta el balón ni aunque le amenaces con una pistola. :P



Es labor del entrenador de base, hacer que todos sus jugadores se sientan importantes y necesarios, y que ninguno de ellos entre en esta situación de pánico cuando tiene la responsabilidad del balón en su posesión. Una de las medidas que se debe tomar, es la prohibición del reproche hacia ningún compañero ante una mala decisión que ha tomado en posesión de la pelota. Existen personas más aprensivas que otras, y el simple reproche de "por qué no la has pasado", "pásala antes", "eso que has hecho está mal"... hay jugadores a los que le pesa lo suficiente estos reproches como para acabar compensándole la actitud de pasar rápido, o no de no querer jugar ellos, o preferir no sentirse parte del juego. Al compañero siempre hay que apoyarlo, sobre todo tras las malas decisiones.



Para explicar esto me gusta usar un ejemplo de otro deporte como es el baloncesto, en el que es condición necesaria en cualquier equipo profesional de este deporte, chocar la mano con el compañero tras el lanzamiento de un tiro libre, indistintamente de si el tiro libre ha entrado o no, o me atrevería a decir que chocar la mano del compañero con más vehemencia si cabe, si el compañero ha fallado el tiro libre. Esta actitud de incondicionalidad de todos los jugadores de un mismo equipo, es necesaria inculcarse para que el jugador pueda tomar decisiones libremente, sin sentir la presión del reproche de sus compañeros en caso de equivocarse.

Es por eso que concluyo esta exposición sobre los beneficios de la conducción del balón, siempre y cuando se tengan espacios por delante, y la obligación de sentir a todos los jugadores de tu equipo, sobre todo a aquellos con la autoestima más baja, tan partícipes de la construcción de la jugada como otros cualesquiera.


PASES EN LARGO Y PELOTAZOS

 Excluyendo los conceptos de pase corto y lanzamiento, aún nos queda una clasificación de los movimientos de balón que a menudo se suprime del entendimiento. Voy a ir categorizando todos los matices que me gustaría exponer brevemente y que a menudo van metidos todos dentro del mismo saco de los pelotazos. 

Entendemos como pelotazo a grandes rasgos, cualquier golpeo largo sin criterio que tenga por objeto alejar el balón de tu portería y de ti mismo. Como digo e intentaré explicar, existen matices.


Pase en largo: Cuando se habla del pase en largo, normalmente hacemos referencia a cualquier movimiento de balón, no tanto que alcance determinada distancia, sino que se eleve sobre el suelo, o que sea necesario efectuarse por encima de las cabezas de los oponentes. La diferencia entre pase en largo y pelotazo es evidente, en un pase en largo existe un destinatario claro del balón, en un pelotazo no.



Pelotazo: Este sí es el desplazamiento de balón en largo que se hace, no teniendo como objetivo una continuación de la jugada o encontrar a un compañero como destinatario, sino estrictamente con la función de alejar el balón de tu posición.


Pelotazo orientado

El pelotazo orientado tiene de diferencia con respecto al pelotazo normal, que un pelotazo orientado a pesar de no tener un destinatario claro, es un movimiento de balón que sí obedece a cierto criterio, y tiene por objetivo establecer una continuación de la jugada.


La diferencia entre un pelotazo orientado y un pase largo, es que un pase largo sí tiene por objetivo encontrar a un compañero determinado como receptor, sin embargo, el pelotazo orientado, no busca a un compañero en concreto, sino que busca una posición del campo o segmento, en el que se pueda encontrar algún tipo de superioridad.


El pelotazo orientado no busca a un compañero sino desplazar el balón hacia una parte del campo donde haya más compañeros que oponentes, presuponiendo que tras la disputa de ese balón, la posesión continuará siendo nuestra.


El pelotazo orientado tiene por objetivo acortar las posesiones ante la presión o imposibilidad de poder sacar el balón jugado desde atrás, es decir, al no poder cumplir con la ruta completa de pases desde nuestra portería hasta la contraria.

Un defensa que realiza un pelotazo orientado, en lugar de jugar el balón inmediatamente con su compañero más cercano, está buscando trasladar la pelota a un lugar peligroso para el oponente, saltándose todos los pases previos que debieran efectuarse en una posesión al uso.

Segundas jugadas:

Las 'segundas jugadas' son las situaciones que van buscando generar estos pelotazos orientados, esto es "Si desplazo el balón hacia una zona del campo donde hay 3 jugadores míos y 2 del equipo contrario, he de suponer que tras la disputa aérea de ese pelotazo, el balón acabará en posesión de un compañero, por estricta cuestión de estadística y superioridad numérica en ese sector del campo".



SOBRE ATAQUES EN SUPERIORIDAD 3x2


 Una superioridad de 3x2, para efectuarla de manera óptima debe llevarse, es decir, conducirse, por el jugador que vaya en el centro de los 3 atacantes.


Si el jugador que conduce la superioridad de 3x2 va por el carril del centro, provocará en una primera instancia, que los 2 jugadores defensores se cierren, es decir, se junten para taparle el tiro al conductor del balón. 


Una vez los defensores se cierren como consecuencia de tapar el posible tiro del poseedor, será cuando el jugador que conduce el balón, pase el balón a una banda o a otra, con más espacios para desbordar que antes de que los 2 defensores se viesen obligados a taparle el tiro.


Error común en los ejercicios propuestos por los entrenadores:


Cuando se propone en un entrenamiento un ejercicio de superioridad de 3x2, normalmente el poseedor del balón se sitúa en el centro, pero en lugar de conducir el balón hasta llegar a la defensa, pasa el balón inmediatamente, como si fuese la suerte de un saque inicial o una falta. Este vicio de empezar el ejercicio con 'un saque', doblando el balón del centro a una banda, antes de haber provocado que los defensas se cierren, acaba llevando a la mala gestión de este tipo de situaciones, ya que al final se acaba abordando la superioridad por los carriles en lugar de por el centro.


Las soluciones para este problema que suele darse en los ejercicios propuestos, son que el balón comience en una banda, y este jugador de banda inicie el ejercicio pasando al centro; o que el jugador del centro empiece el ejercicio pero no pase el balón inmediatamente, sino que lo conduzca hasta que se de la situación propicia antes comentada.


Una superioridad de 3x2 encarada desde la banda y no desde el centro:


Esta manera de abordar una superioridad 3x2 es objetivamente peor que conducir por el centro, porque en ambos casos tenemos 2 opciones de pase, pero cuando la superioridad se está conduciendo por el centro, ambas posibilidades estarán a la misma distancia, una en cada lado. Sin embargo cuando la superioridad se lleva por una banda, uno de los dos defensores irá a hacer frente al poseedor del balón, y el otro defensor, con quedarse en una zona intermedia entre los dos receptores posibles, estará cubriendo las dos opciones de pase. 


El problema que tiene el jugador que afronta una superioridad de 3x2 en una banda, es que su segunda opción de pase, está muy lejana, en la otra banda, y el tiempo de desplazamiento del balón de una banda a otra, será suficiente como para que se recomponga la defensa, por esto que concluimos que la manera óptima de abordar una superioridad de 3x2, es por el jugador que va por el centro.




Os dejo un vídeo de fútbol sala donde se ve claramente esta situación, podéis comprobar que tras robar el balón, el poseedor queda en una banda y el jugador del centro no posee el balón. Inmediatamente ambos jugadores de manera casi instintiva, intercambian sus posiciones. El jugador que roba la pelota busca situarse en el centro, y el jugador que va por el centro, casi se sale del campo dándole la vuelta al compañero, para provocar que sea este, el poseedor del balón, el que conduzca por en medio de los 3.




ROBO Y SUPERIORIDAD 3X2


EL MOVIMIENTO CONSTANTE

 


El terreno de juego es un 'tablero' en constante transformación, para tener en cuenta esta transformación tendremos que medir constantemente la velocidad, el tiempo y los espacios. Esto que parece el principio de una charla vacía llena de frases bonitas, tiene un desarrollo que sin ser demasiado complejo resulta esclarecedor.


Cuando hablamos de velocidad, estamos haciendo alusión a la velocidad de desplazamiento. La velocidad de desplazamiento opera sobre los futbolistas y sobre el balón. Según estás velocidades de desplazamiento, existe una constante transformación de los espacios que se va dando en un tiempo determinado, el tiempo de ejecución de cada uno de esos desplazamientos.

Situación presente y situación futura

En este escenario de cambio constante nos vamos a encontrar a dos tipos de futbolistas, los que toman decisiones en función de la situación presente, y los futbolistas que toman decisiones en función de la situación futura. Cuando se toman decisiones en función de la situación presente, el tiempo que tenga el rival para prever la situación futura, va a depender del tiempo de transformación que nos traslada de la situación presente a la situación futura. Sin embargo cuando se toman decisiones en función de la situación futura, aun pudiendo ser previsibles, estamos reduciendo la posibilidad de poder ser contrarrestados: "Una jugada ensayada ejecutada de manera perfecta, es indefendible".

Se puede decir que la velocidad a la que se mueven las transformaciones de espacios, tiene 'diferentes relojes' según la situación y la parte del terreno de juego, siendo en general, una velocidad más lenta si poseemos el balón y estamos cerca de nuestra portería, y una velocidad más rápida si poseemos el balón y estamos cerca de la portería contraria. De la misma manera, esta velocidad lenta de transformación se aplica a cuando no somos poseedores de la pelota pero el balón está alejado de nuestra portería, y una velocidad más rápida si no somos poseedores pero el balón se encuentra en una situación de peligro, es decir, cerca de nuestra portería.


Pasar el balón al pie o al espacio

Esta explicación va a empezar a esclarecerse mucho si decimos que estamos hablando de la diferencia entre recibir el balón en el pie o recibirlo en el espacio, aquello que los futbolistas virtuales conocen como "pasar el balón con la equis o con el triángulo" xD.

Si queremos recibir el balón y estamos estáticos, implica que el balón va a tardar un tiempo desde que sale del pie del pasador hasta que llega al pie del receptor, en este tiempo que va a tardar el balón en desplazarse, todos los demás jugadores del terreno de juego van a moverse en consecuencia, por tanto la situación del 'tablero' que se encuentra el jugador que recibe el balón cuando lo recibe, es una situación completamente diferente del 'tablero', a la que tenía el jugador que recibe cuando aún no era poseedor de la pelota y estaba a la espera de poder serlo. Es por esto que he decidido hablar de antemano de situación presente y situación futura.

Recibir el balón en el pie, implica estar teniendo en cuenta una situación presente que habrá caducado cuando ya seamos poseedores del balón. Es muy típico el ejemplo del futbolista que no es capaz de intuir la situación futura, y se desespera dentro del área pidiendo el balón y gritando a los compañeros "estoy solo, estoy solo". Cuando los compañeros le acaban pasando el balón (a menudo vencidos por la pesadez), este jugador que estaba solo antes de recibir la pelota deja de estarlo cuando la recibe, porque como hemos explicado, durante el tiempo que la pelota se desplaza, todos los demás elementos del tablero también se mueven.

Como dentro de las áreas todo suele desplazarse más rápido que en las demás zonas del campo, para evitar poder ser contrarrestados es necesario que balón y jugador receptor confluyan a la vez en el mismo espacio, es decir, que la pelota se desplace no hacia donde está el jugador ahora, sino hacia donde va a estar en la situación futura; Asumiendo el jugador que va a ser receptor, que no puede quedarse en un espacio que ahora esté vacío y levantar las manos pidiendo la pelota, sino que tendrá que recibir en movimiento, hacia un espacio que vaya a estar vacío en el futuro.

Sólo actuando de esta manera, pasando a los espacios y recibiendo en movimiento, nos estaremos aproximando a estar realizando una jugada ensayada, por tanto a la posibilidad de poder ser indefendibles aun pudiendo ser previsibles. Ser previsibles de todas formas, implicaría estar moviéndonos y tener en cuenta la situación futura, por tanto ser previsible no interfiere en la posibilidad de tener éxito. Sin embargo pedir el balón al pie, implica necesariamente un desfase entre lo que el receptor está pensando que quiere hacer antes de recibir la pelota, y el panorama que se encuentra cuando ya la ha recibido, que no es lo mismo.



 TIPOS DE PRESIÓN: CON 1, 2 Y 3 JUGADORES.



1 DELANTERO PRESIONANTE


Si tenemos a un único jugador presionante, la presión no puede tanto, tener el objetivo de robar el balón, como el de evitar que el equipo contrario progrese. Por tanto la posición correcta de este único delantero presionante en la salida de balón del equipo contrario, será aquella que sea capaz de colocarse en cada momento, entre el jugador que posea la pelota, y cada una de las líneas de pase que queden abiertas a su espalda. Un único jugador presionante puede tener a su espalda una línea 3, si pertenece a un 4-2-3-1, una de 5 si pertenece a un 4-5-1, o cualquiera de las opciones. Si hablamos de 'un sólo jugador presionante', la línea que preceda a este jugador que presiona, podrá tener varias configuraciones, pero nunca interviniendo de manera activa en la presión, sin embargo, esta configuración que quede a la espalda del jugador presionante, será necesaria tenerla en cuenta, a la hora de fijar su posición entre el poseedor del balón y lo que quede a su espalda, como digo, con el objetivo de ir tapando las líneas de pase que queden abiertas entre sus compañeros más atrasados y no participantes en la presión.


2 DELANTEROS PRESIONANTES:


a) PRESIONANDO A UNA LÍNEA DE 4:

Dos delanteros contra una línea de 4 jugadores que intenta sacar el balón jugado, tendrá dos posiciones duplicadas de manera simétrica. Una primera posición sería relativa a la posesión del balón de cada uno de los centrales, y una segunda posición en caso de que el balón lo estén intentando jugar los laterales rivales (defensa de 4, lateral, central, central, lateral).

En caso de que la posesión del balón esté en los pies de los centrales, los dos jugadores presionantes se colocarán de la siguiente manera: El delantero de ese mismo perfil, es decir, que lo acometa de frente (delantero izquierdo sobre central derecho, delantero derecho sobre central izquierdo), será quien busque directamente confrontar con el poseedor del balón, mientras que el segundo compañero deberá mantenerse en una posición más retrasada, en diagonal, buscando la distancia suficiente como para hacer la cobertura e ir al corte si el central intenta regatear y salir con el balón jugado; Y a su vez la distancia suficiente como para intentar cortar cualquier pase que se intente en el pasillo que quede abierto entre su compañero y él.  


La segunda posición sería la relativa a la posesión del balón de los jugadores de banda, los laterales de la línea defensiva de 4 hombres que pretendemos presionar con 2 delanteros. En caso de llegar el balón a los laterales, el delantero más cercano tendrá que hacerle frente, y su compañero quedarse en una posición intermedia entre los centrales, vigilante tanto de una vuelta del balón a esos jugadores centrales, como de un posible cambio de dirección con un pase largo en horizontal al lateral contrario.

En esta segunda posición, el jugador que acompaña a la presión activa, el segundo delantero, no debería por qué desplazarse lo suficiente como para poder estar pendiente de una posible cobertura, ya que eso dejaría mucho espacio libre en la otra mitad del campo, y debido que el jugador que posee el balón está pegado a la banda, es decir no tiene el campo abierto en ambas direcciones, como decimos, consideramos que la posición correcta para presionar esta situación, es con un jugador delante del lateral, haciendo frente al poseedor de balón, y el segundo delantero pendiente a un posible pase de vuelta a los centrales, o al lateral opuesto mediante lo que se denomina como 'cambio de dirección'.


Presión de 2 contra 1

La presión de 2 jugadores contra un único jugador, debe hacerse en momentos muy concretos, donde se vea que ha habido un mal pase o un mal control de balón, y el poseedor del balón debido a ese error, se encuentra en una situación comprometida y con las líneas de pase cerradas.

Imaginamos la situación en la que, en este movimiento de circulación de balón entre la línea de 4 defensores que estamos dibujando, el lateral hace una mala recepción y se ve obligado a controlar de espaldas y pegado a la banda, o incluso teniendo que evitar que el balón salga por la misma línea lateral debido a un mal pase de su central:

Ante esta situación de debilidad, es recomendable intensificar la presión y hacer una presión de 2 contra 1, es decir, ya no sólo el delantero presionante activo, hace frente al lateral que está recibiendo con dificultades, sino que el segundo delantero, en este caso, deberá acudir también a esa posición de presión activa buscando esa superioridad de 2 contra 1, ante la debilidad del poseedor, o bien debido a un control defectuoso, o a recibir un pase en malas condiciones.

Estas situaciones hay que elegirlas muy bien, debido a que si no se acaba robando el balón, la superioridad numérica que queda en el otro lado del campo para el equipo que está sacando el balón jugado, le estará dando muchas facilidades para progresar.







b) PRESIONANDO A UNA LÍNEA DE 3:

Aquí vamos a diferenciar entre defensa activa y defensa pasiva, ya que la defensa pasiva implicará sólo rotaciones con respecto a la posición, y en la presión activa tendremos necesariamente que contemplar permutas de posición entre los dos jugadores presionantes:


Presión pasiva o posicional

En una primera posición, en caso de que el poseedor del balón sea el jugador central (o el situado en medio de la línea de 3, en caso de que los 3 puedan ser considerados centrales), los delanteros presionantes deberán colocarse en paralelo a los espacios entre la línea de 3 defensas que tienen en frente, nunca en paralelo con el poseedor 'central', pero guardando la distancia suficiente entre ellos, como para poder evitar que el balón encuentre una línea de pase que pueda hacer progresar el ataque.

Una segunda posición de presión pasiva, vendría dada en caso de que el poseedor del balón sea cualquiera de los 2 laterales o centrales laterales de la línea de 3, en este caso el delantero más cercano presiona, y el segundo delantero ocupa la posición diagonal de su retaguardia pendiente de la cobertura a su compañero, y pendiente también de la posibilidad de que el balón vuelva a la posición inicial o al lateral contrario. Es aquí ya donde según la tensión y la precisión de los pases horizontales que se estén dando en la defensiva línea de 3, pasaremos a una presión activa y/o a una presión de 2 contra 1.




Presión activa con permutas

Esta presión activa implica una permuta en el momento en el que el balón vuelve de un 'central lateral' al 'central central', aquí ya no se mantiene la posición, si no que uno de los delanteros va a hacer frente al 'central central', y el otro delantero que procede de presionar al 'central lateral', le hace la cobertura con un movimiento de diagonal trasera, que si el balón continúa rotando hacia el otro lateral, acaba convirtiéndose en permuta, por la propia economicidad de los movimientos de la dupla atacante, es decir, el delantero derecho pasa a ser delantero izquierdo y viceversa.

Esta permuta que implica que el mismo jugador que presiona en una banda, acabe presionando en la contraria, resulta efectiva porque este segundo jugador que se desplaza por detrás del otro presionante de banda a banda, al tener una posición más retrasada, en su desplazamiento, está siendo capaz de ir tapando todas las líneas de pase posibles, y si este mismo movimiento lo hiciese el jugador más adelantado, estas líneas de pase quedarían más abiertas.








3 DELANTEROS PRESIONANTES:



a) PRESIONANDO A UNA LÍNEA DE 3:

Si disponemos de una línea de 3 delanteros para hacer frente a una línea de 3 defensas, lo primero que cabe pensar es que en igualdad numérica, cada jugador debe marcar al que tiene enfrente, sin embargo esto es precisamente lo contrario de lo que se entiende por una presión ordenada. Al estrechar la marca de cada jugador nuestro, sobre cada jugador de la defensa, estaríamos obteniendo una posición de ventaja, tan sólo a priori, debido a que cualquier movimiento de cualquier jugador a priori marcado, derriba por completo la funcionalidad de la presión. Pegar cada jugador nuestro a cada jugador de la línea defensiva que intenta sacar el balón jugado, lo único que propicia es que los pasillos por los cuales puedan filtrarse pases, sean pasillos enormes, y además esas mismas distancias entre los jugadores presionantes, les deja sin posibilidad de recibir cobertura de nadie en caso de que un defensor salga conduciendo el balón.

La manera correcta de hacer frente a la presión de un 3 contra 3, es siempre teniendo en cuenta los dos objetivos de la presión que ya hemos mencionado antes. Un jugador presionante activo tiene que hacer frente al poseedor del balón, y un presionante pasivo debe estar pendiente de que su compañero no sea rebasado y poder hacerle la cobertura en caso de que el defensa poseedor decida conducir el balón; y por otro lado debe estar pendiente de que no exista línea de pase posible entre su compañero y él.







b) PRESIONANDO A UNA LÍNEA DE 4:

En este caso de una delantera presionante de 3 jugadores sobre una defensa de 4, pondremos en funcionamiento los conceptos antes explicados, en una disposición de la línea de 3 que tenderá a ser un triángulo entre el punta central más adelantado, y sus dos compañeros, al menos estando la posesión en los pies de los centrales de la defensa.

Volvemos a identificar dos posiciones, en la primera posición el delantero punta tendrá que hacer frente a los 2 jugadores centrales cuando cada uno de estos se convierta en el poseedor del balón, mientras que sus dos compañeros algo más retrasados deberán estar pendiente a la cobertura y tapar líneas de pase. Mientras que en una segunda posición, en la que el poseedor del balón es un lateral, los delanteros extremos harán frente al poseedor del balón, mientras que el delantero centro deberá retrasar su posición hasta colocarse en la diagonal trasera de su compañero presionante activo, para una vez más estar pendiente de la cobertura y de cerrar línea de pase.







Definiciones de los dos conceptos fundamentales en la presión:

Cobertura: Es la ayuda que se le proporciona a un compañero en disposición de hacer presión activa, es decir, que está disputando la posesión del balón, ante la posibilidad de que este pueda ser rebasado.

Línea de pase: Es el hueco que queda entre los jugadores presionantes por el cual el equipo poseedor del balón puede progresar en la jugada.



'EL CARRILERO' DAVID BECKHAM Y LA EVOLUCIÓN DE SU POSICIÓN EN EL CAMPO



David Beckham fue un jugador inglés famoso por la precisión de su golpeo, sin embargo ocupaba la posición de carrilero, a pesar de que no era especialmente rápido. En los primeros años de su carrera, cuando todavía podía ganar en carrera a otros carrileros y laterales, tendía a ser un jugador letal si acababa alcanzando posición para centrar el balón, para colgar el balón al área tras incursión por banda.


Durante la segunda etapa de su envejecimiento no modifica su posición pero sí su recorrido, deja de ser un jugador que busca línea de fondo y centro, para ser un jugador que busca hacer diagonales y lanzamiento, propio de jugadores que actúan en banda con el perfil cambiado, a pierna cambiada que se dice.('cuadrados mágicos' de W. Luxemburgo)


En la tercera y última etapa de Beckham como jugador, ya con sus capacidades físicas iniciales bastante reducidas, acaba reconvirtiéndose en mediocentro, para así aprovechar la que siempre fue su mejor virtud, que tenía que ver con el tacto y la precisión en el golpeo de la pelota, condición que no sufría un deterioro progresivo con su envejecimiento, y que por tanto ante la regresión de todas las demás condiciones físicas, desde la posición de mediocentro acabó optimizando su rendimiento en esta etapa final de su carrera deportiva.